MAS HISTORIAS

Saturday, December 4, 2010

ENFERMEDAD MENTAL Y EMPLEO.

Por Damián Jiménez Helena
En un mundo donde tengo es más importante que soy, el empleo es una parte primordial en la vida de muchas personas, le otorga identidad, seguridad económica, un aporte a la comunidad y una forma de socializar. A pesar de que un 70% de las personas con problemas psiquiátricos significativos, clasifican el trabajo como una meta importante, el empleo, es una meta difícil y muchas veces imposible de lograr para estas personas.

El diagnostico de una enfermedad mental severa no es un indicador confiable de que la persona no puede trabajar, de hecho muchas personas pueden trabajar exitosamente a pesar de sus síntomas. Las personas con enfermedades mentales constituyen el grupo poblacional más amplio de desempleados. En los EU estos son de 70 a 90%, mientras que en algunos países de la UE 95% y las cifras en países como el nuestro están por encima 95% de desempleados.
Las enfermedades mentales encabezan la lista de discapacitados, imponiendo una enorme carga económica al estado y sus familiares. Los enfermos mentales tienen 6 veces más posibilidad de contraer enfermedades físicas e infecto contagiosas que la población general, aumentan el ausentismo laboral del enfermo y su cuidador, son 12 veces mas victimas de crímenes violentos que la población general, el número de divorcios es mayor en este segmento poblacional, la satisfacción marital en los hogares que cohabitan es mucho mas reducida y las expectativas de vida de estas personas puede reducirse en 25 años.
El deterioro de la familia como institución, el incremento de diversos tipos de violencia, la ansiedad que genera la inseguridad física y mental, las frustraciones que generan las desigualdades sociales, el aumento en el consumo y distribución de drogas ilegales, la burla e indiferencia de algunos sectores sociales, hacen de los enfermos mentales una población creciente y demandante de recursos, por lo debemos poner más énfasis en los programas de rehabilitación laboral destinada a la adquisición, recuperación o potenciación de las habilidades necesarias para conseguir un empleo y conservarlo.
Los objetivos deben centrarse en cada paciente, en su rehabilitación, más que en la consecución de un empleo pura y simple. Se reconocen las debilidades y fortalezas del enfermo para provecho laboral. Las adaptaciones en el lugar de empleo que hacen posible que las personas con enfermedades mentales tengan éxito en el empleo son baratas y sencillas. Ej. Capacitación de supervisores, comunicación clara, descripción del trabajo y alteración en los horarios de trabajo.

Es vergonzante ver que en todos los niveles de nuestras organizaciones sociales, hay más preocupación por saber cuando llegará Papá o donde aterrizará el León, que de la aflicción humana de los trastornos cerebrales. La sociedad civilizada y sus representantes no han reconocido el dolor y la tragedia de estos trastornos mentales, ni han mostrado ningún interés en asumir la responsabilidad a largo plazo para el cuidado y la cura de estas enfermedades.

A pesar de la propaganda de bienestar y progreso, hay regresión de una época a otra en el tratamiento de los trastornos mentales, las condiciones en general son más severas que hace 100 años (movimiento de asilos), si no lo cree, busque los enfermos mentales en las cárceles, en las calles mendigando o escondidos en su entorno familiar para evitar su vergonzosa exposición. En lo que concierne a la enfermedad mental podemos decir. Mientras mas cambian las cosas, mas se quedan igual.
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El Diario de Santo Domingo | Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana | 2010