MAS HISTORIAS

UN CONSEJO AL PRESIDENTE

                                        

                                                 Por  JUAN T H
Dicen que no es bueno dar consejos que no te lo han pedido. Sin embargo me tomaré el atrevimiento de darle uno al presidente Danilo Medina, sin ánimo de fastidiarlo, ni mucho menos a los perjudicados.
Ahí va presidente Medina: No permita que en la mayoría del gabinete aspiren a la  presidencia de la República. Hasta el momento, que yo sepa, cinco funcionarios del primer nivel quieren sustituirlo en el cargo. Y no es que sea malo que muchos aspiren. Lo malo es que sea con el dinero de la gente.
La fábrica de presidentes de Leonel Fernández  es una cosa y su gobierno es otra. Confieso que algunos de los que quieren la banda presidencial tienen méritos por la experiencia en el Estado, la militancia partidaria, etc. Es más, debo confesar que algunos  me simpatizan, no por razones políticas, sino  por la solidaridad a la que obliga la amistad.
La experiencia de los gobiernos anteriores al suyo, salvo el de Leonel, porque no lo permitió,  han sido perjudiciales para los presidentes y para el país.
Vea usted presidente Medina el caso de Balaguer que hasta los vicepresidentes que tuvo le hicieron la vida imposible.
El presidente Hipólito Mejía tal vez fue el más perjudicado con los ministros y compadres  aspirando a la presidencia de la República. No lo mataron de chepa.
¿Qué ocurre, presidente Medina? Simple: Los Ministros o Ministras utilizan el cargo y los recursos del cargo, para promover su figura y sus aspiraciones, como ya lo están haciendo muchos.
En las promociones  que vemos y escuchamos en los medios de comunicación los funcionarios aparecen de manera protagónica como si la labor que realizan la hicieran con recursos propios, no del gobierno. Sigue el clientelismo, también con fondos del erario.
Los ministros “presidenciables” suelen abandonar sus actividades oficiales para dedicarse al trabajo político proselitista regalando pendejadas para comprar la voluntad de la gente. Y eso, presidente Medina, va en detrimento de su gobierno.
Usted, presidente Medina, no puede reelegirse. La Constitución se lo prohíbe. Y aunque algunos de sus colaboradores más cercanos, dicen por ahí, le están susurrando modificar la Carta Magna o hacer un  Referéndum,  es arriesgado. No se lo aconsejo.  Lo mejor sería concentrarse en hacer una buena labor, hacer “lo que nunca se ha hecho” en educación y salud, en el combate real a la corrupción. Haga lo que “nunca se ha hecho” gobernando cuatro años. Ni un día más, ni uno menos.
Usted, presidente Medina solo tiene cuatro años, sus ministros también. Y tanto usted como ellos, deben estar 24/7 (24 horas, siete días a la semana) durante esos cuatro años. Es un error, con menos de un año de gobierno,  una frenética lucha por la nominación presidencial. Actualmente por lo menos diez funcionarios de su gobierno se consideran “presidenciables”.
El que tenga un proyecto presidencial, legítimo o no, que lo haga desde el partido, no desde el gobierno. Que lo haga con sus recursos, no con los magros recursos del gobierno y del Estado. Además, presidente Medina, una buena parte de esos señores y señoras, como hicieron con Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco e Hipólito Mejía, terminan traicionándolo. No olvide que los ingratos no tienen memoria. (Y en el caso de Leonel y compartes, deje que la justicia actúe)
Usted no me pidió el consejo, pero, como se trata de algo que puede perjudicar o favorecer el país, se lo doy. Y de gratis. Lo demás va por su cuenta y riesgo.


 victor suarez

La DNCD desmantela vivero de marihuana

SANTO DOMINGO.- La DNCD desmanteló un vivero de marihuana que supuestamente cultivaba un joven de 19 años en el patio de su casa, en una comunidad rural de La Victoria, en la provincia Santo Domingo.
Fueron ocupadas 21 matas sembradas en tarros en el patio de una vivienda de madera y zinc ubicada a la entrada del Cruce La Seyba-Los Castillos.
Como presunto responsable, las autoridades señalaron al adolescente Ricardi Valverde Sánchez, quien había sido detenido por la Policía horas antes de que oficiales de la DNCD y una fiscal adjunta allanaran la vivienda.
El organismo antidrogas dijo que persigue a otros posibles cómplices de Valverde Sánchez.
En la acción participaron agentes de la DNCD y la Policía asignados a Villa Mella, Pedro Brand y Herrera.

victor suarez

SI NO LA TENGO, VICTOR SUAREZ, REP.DOM.



victor suarez

Juan Bosch como referente

Este 30 de junio se cumplieron 104 años del nacimiento de un hombre, cuya humildad de origen, nunca le llevaría a concebir a temprana edad la trascendencia histórica de su figura en la vida de su nación.
Juan Bosch, hijo de una humilde familia de emigrados, que no podía heredarle la alcurnia de una descendencia de sus países de origen, ni bienes materiales, pero que si le dio un hogar lleno de amor y arraigados principios; ese Juan Bosch se ha convertido en el referente obligado de la vida pública de nuestro país.
Su austero comportamiento, que hoy es tomado como estandarte por sus enemigos de toda la vida, para combatir al partido político fruto de sus sacrificios y desvelos; es el primer referente que los dominicanos debíamos observar y entender a cabalidad.
Bosch vivió durante gran parte de su vida rodeado de limitaciones y sacrificios que desarrollarían la personalidad austera que conocimos; trabajando para los almacenes Font Gamundi, a la entrada de la capital dominicana de los tiempos de su juventud, laboraba allí durante el día y en la noche ese mismo almacén le servía de dormitorio.
Los biógrafos hacen referencia a su periplo migratorio, que lo llevó a viajar siendo muy joven a España, Venezuela, Curazao, Martinica y Trinidad, pero no hacen hincapié en los sufrimientos de este período de su vida; de sus propios labios oímos decir que mientras trabajaba como anunciante de un circo, un buen amigo le regaló un par de zapatos y que en toda su vida, por más zapatos que recibió de regalo o que por sí mismo se compró, no podía recordar ningunos más oportunos que aquel par que le llegó cuando los únicos que tenía acusaban dos grandes agujeros en sus suelas.
Como referente intelectual, Juan Bosch es complicado, porque aquellos que hoy esbozan 10 títulos universitarios antes de exponer sus razones sobre un tema, tienen que rascarse la cabeza cuando miran su figura; porque nunca nadie como él expuso mejor sus criterios sin necesidad de mencionar el nombre de una academia o un título rimbombante capaz solo de impresionar la vanidad de un ignorante.
Se graduó de la vida y del conocimiento de los seres humanos; sus sabios razonamientos provenían de una concienzuda preparación autodidacta y la observación profunda y cuidadosa de las realidades; nunca vivió en un espacio aéreo, sus pies siempre estuvieron en el mismo polvo en que existe su pueblo; el conocimiento de éste lo dejó plasmado en el análisis más completo que se ha hecho hasta hoy de la sociedad dominicana, “Composición social dominicana”.
Como político, Don Juan supo combinar la teoría con la práctica de magistral manera, para no quedarse en discursos vacíos y discusiones vanas; construyó dos partidos políticos en tiempos y situaciones políticamente diferentes, y las taras de la primera experiencia, trató de no reproducirlas en la segunda.
Es por eso el Partido de la Liberación Dominicana tiene unos métodos de trabajo que le han permitido existir con coherencia con la línea política trazada desde su cúspide, aunque no consecuente con los lineamientos originales del Partido, que promulgaban una educación continua y una unidad de criterios en todo el cuerpo partidario.
Los éxitos del partido de Juan Bosch, se deben básicamente al criterio organizativo con que fue fundado; este Partido pasó de un partido de cuadros con una militancia no mayor de cinco mil miembros y algunas decenas de miles de simpatizantes, a una masa de millones de miembros y simpatizantes aguerridos en los procesos electorales, que lo mantienen al frente de los principales poderes del estado.
Como referente moral, Juan Bosch no es propiedad única del PLD; lo es del pueblo dominicano; antes de fundar su PLD, Don Juan fue el primer presidente democrático elegido en el país tras el ajusticiamiento de Rafael L. Trujillo; su negativa de bajar la cerviz y deponer su disposición e interés por el bienestar del pueblo dominicano, condujeron su gobierno a un afrentoso derrocamiento para la República Dominicana.
Juan Bosch vivió de pie defendiendo su dignidad y la de su pueblo; honrar su memoria es vivir como él.

El nuevo embajador de EU

Por CESAR MEDINA -Fuera de Cámara
Mis mejores reservas en casi medio siglo de oficio periodístico las pondré al servicio de James -Wally- Brewster, el nuevo embajador de los Estados Unidos a quien se pretende satanizar por sus preferencias sexuales.
Porque pienso que sólo una sociedad mojigata, desfasada e ignorante puede escandalizarse porque una nación amiga nomine como embajador a un ciudadano cuya mayor cualidad es precisamente su valor para defender los derechos de los demás a expresar sus preferencias y reclamar igualdad.
Esa es, justamente, la mayor garantía de que James -Wally- Brewster será un gran embajador de los Estados Unidos, y que al finalizar su misión los dominicanos lo despediremos con gratitud y reconocimiento, y lo recordaremos siempre como un gran amigo de nuestro pueblo.
Los prejuicios no son buenos, la discriminación es injusta, el rechazo gratuito es inhumano. Estos no son tiempos de mojigaterías burdas.
Los derechos inherentes a las prerrogativas individuales tienen que ser no sólo respetados sino también aceptados dentro de un orden social que ha sido reconocido en casi todo el mundo, y en especial en las sociedades de mayor desarrollo. Mañana hablaré de ese fenómeno a partir de mi experiencia en la diplomacia europea.
Wally Brewster es el mejor ejemplo de lo que debe ser un ciudadano de conducta ejemplar: Estudiante sobresaliente, profesional brillante, notable emprendedor, ejecutivo meritorio, empresario exitoso, político honrado, defensor de los derechos de los demás.
Incluyendo, obviamente, sus propios derechos. Y en especial su derecho a la preferencia sexual. Sin hacerle daño a nadie, sin violar ninguna ley, sin ofender al vecino. 
Y el derecho de los EU
Brewster es un defensor de la comunidad gay, un activista reconocido porque siempre ha dado la cara en la defensa de los derechos que tienen los homosexuales, lesbianas y transexuales a vivir en paz con su condición, y acceder a los derechos del resto de los norteamericanos, y en particular, de los llamados heterosexuales.
Nunca ha reclamado privilegios para ninguna minoría, sino los derechos que no se le pueden alienar a ningún ciudadano porque sus orientaciones sexuales difieran de las del vecino.
Antes que un defecto que pudiera descalificarlo para ocupar una función pública o diplomática en el servicio exterior de su país, con semejante actitud, Wally Brewster se ha ganado el respeto y la admiración de los norteamericanos, y así mismo debe ser tratado por la sociedad dominicana.
Todo eso en adición al derecho que tiene su país, y en particular el presidente Barack Obama, para nominarlo como su embajador en República Dominicana. Un derecho que nadie puede pretender regatear al gobierno y al pueblo de los Estados Unidos. 
Será un buen embajador
Los Estados Unidos han enviado como embajadores a nuestro país a ciudadanos que no han estado a la altura. Aquí han llegado comerciantes y aprovechados, politiqueros burdos, marrulleros, golpistas, truculentos y gorilas.
Pero también hemos tenido excelentes representantes como jefes de la misión diplomática norteamericana.
Para no irnos muy lejos, ahí está como honroso ejemplo el saliente embajador Yzaguirre, un hombre que sin llegar precedido de antecedentes diplomáticos se manejó con prudencia, equidad, decencia y con mucho respeto por el pueblo dominicano.
Brewster será aún mejor. Porque es un connotado defensor de los derechos individuales, un ciudadano orgulloso de su condición, no un farsante y acomplejado.
Mañana sigo con el tema.

La invasión de Luperón

Fue la trágica fiesta del plomo y de la sangre. Y la rubia mazorca se desgranó en silencio sobre la tierra triste, triste hasta la desesperación y hasta la muerte. El plomo hendió las carnes y las llenó de rosas rojas y desoladas. Y era la carne florecida pasto de la bestia en furia. Y era David con las manos atadas contra Goliat soberbio cabalgando sobre un carro blindado. Sangre de valientes. Sangre de héroes. Sangre de Costa Rica libre de cadenas. Sangre de Nicaragua encadenada. Sangre de Santo Domingo clavado en el martirio. Sangre de hermanos por la santa maternidad de América abierta y generosa. Sangre nueva y ardiente, que vino de otra tierra a mezclarse a la sangre de nuestros bravos. Dominicanos: atrás los esclavizadores. Odiemos por siempre la esclavitud, ella degrada la naturaleza humana, hasta bestializarla. El hombre deformado por la esclavitud, se habitúa de tal modo a sufrirla, que acaba por deshonrar su humana naturaleza, con el más infame de los vicios: El entusiasmo de las cadenas y hasta aprende a caminar con ellas.
¡Atrás la esclavitud!.

Hace 64 años.
Era por la tardecita. En los manglares que circundan la bahía, las blancas garzas se aprestaban a descansar y a cuidar sus polluelos. Venían de los predios y hatos cercanos cargados sus buches de garrapatas y otros insectos para alimentar sus crías. Un manto blanco cubría las copas de los mangles. Atardecía y las aves  que llegaban fueron espantadas con el ruido de un avión que amerizaba en las aguas quietas de la bahía de Luperón o de Gracia como le llamara el almirante Cristóbal Colón, cuando se guareció para salvar su vida en una de las típicas tormentas tropicales que se suceden cada cierto tiempo en esta región.
Allí también el pueblo se asombraría por la inusual visita. Muchos lugareños corrieron hasta el embarcadero del lugar a curiosear. Otros, atemorizados, se quedaron en sus casas.
La tranquilidad en el pueblo era la misma de cada día. Allí nada nuevo acontecía, salvo algún  nacimiento o la llegada de uno que otro vendedor. Era un pueblo desolado, casi muerto donde las ventanas y puertas se abrían de par en par desde la mañana hasta el anochecer. Era la hora de la cena y los fogones ardían en las cocinas y el humo se elevaba hacia el cielo esparciendo el olor a leña quemada.  El sol cansado dejaba jirones dorados en las nubes en su viaje hacia la oscuridad. Un viejo y destartalado edificio hacia las veces de cuartel, donde un cabo y dos rasos completaban la dotación militar. El alcalde pedáneo era la única autoridad civil y fungía como “policía del lugar.” Tenía la capacidad de hacer arrestos. Poner multas y ser mediador entre la gente de la plaza. Una casona de dos plantas frente al parque del poblado albergaba la sindicatura y las oficinas municipales para ese entonces. Aun existe ese edificio histórico.  Detrás del edificio una cárcel de ladrillos con dos celdas aseguraba la estadía de los escasos  presos. Casi siempre estaba vacía.
Era el anochecer del 19 junio de 1949, casi a las 7 de la tarde cuando un grupo de exiliados antitrujillistas entró al país por esta idílica y apacible bahía, en el norte del país. Parecía un retrato pintado con las manos hábiles del Señor. El añil intenso de las aguas y el verde de sus orillas era matizado por el celestial azul.  Era  un cuadro de hermosura intensa. Esta vez, una pequeña fuerza multinacional de 15 hombres comandada por Horacio Julio Ornes, que partió del lago Izabal en Guatemala, logró alcanzar territorio dominicano 11 horas después, acuatizando en la bahía de Luperón en un hidroavión Catalina. El principal contingente que venía en otros dos aviones quedó entrampado en el trayecto. Desembarcaron en las costas de Luperón 15 expedicionarios de los cuales sólo 5 saldrían con vida horas después. Los demás habían acudido a su cita con la muerte y con la historia, también.
Contaron con el apoyo del patriota de Juancito Rodríguez, un rico terrateniente Vegano,  duro y férreo opositor al régimen trujillista. Un hombre de extraordinario valor.
La empresa no era fácil y las condiciones tampoco. Se conjugarían varios elementos que harían las cosas más difíciles aun, amen de que  la mala suerte tocaría a muchos de estos expedicionarios, pues uno de los aparatos encontró una tormenta y tuvieron que  aterrizar en Costa Rica. Este contingente iba al mando de Juan Rodríguez, ideólogo de la expedición. Se salvaron milagrosamente. . El otro, con el contingente encabezado por el general Miguel Ángel Ramírez, fue detenido por el ejercito mejicano en Cozumel en el estado de Quintana Ro, cuando aterrizó  para repostar combustible y apresada la tripulación, también. La suerte no les favoreció. Fue un duro golpe, pues sólo uno lograría llegar al territorio lo que imposibilitó la invasión por otros dos puntos distintos y que daría al traste con la gesta patriótica. El Catalina fue el único que pudo arribar a las costas de la media isla. Otros dos aviones alquilados (uno mexicano y otro norteamericano) abandonaron la empresa en la víspera, desertando los pilotos con el dinero.
Era la primera vez que un grupo de enemigos de la tiranía de “Chapita” * llegaba a la tierra oprimida de Guanacarix, Enriquillo y  Cahonabo, para valientemente desafiar a la fiera tiránica, en su propia madriguera.
 A la invasión de Luperón no se le ha dado la connotación histórica que merece  ya que Luperón fue el intento inicial. Los historiadores  han ignorado este acontecimiento y nunca le han dado la importancia que tuvo. Tampoco este hecho aparece en libro alguno de la historia dominicana evitando de esa manera que esta parte de nuestra historia sea conocida por generaciones. Los historiadores y los organismos oficiales siempre han orillado este capítulo histórico. Fue esa la primera vez en casi veinte años que  tenía la dictadura que un grupo de hombres con deseos libertarios atacaba al sátrapa en su propia tierra. Fue el primer intento de acabar con el régimen que sembrarían de cadáveres la geografía nacional y encarcelaría a miles de jóvenes de todas las clases con el afán de mantenerse en el poder. El pueblo sufriría 12 anos mas su dictadura. Hasta el 1961
Julio Horacio Ornes Coiscou, comandaba los combatientes. Junto a el llegaron, Tulio H. Arvelo, quien sobreviria junto a 4 mas. Federico Henríquez Vásquez (Gugù), Josè Rolando Martìnez Bonilla, Miguel A. Félix Arzeno (Miguelucho), Hugo Kunhardt, Salvador Reyes Valdez y Manuel Calderón Salcedo, dominicanos; el costarricense Alfonso Leyton, y los nicaragüenses Alejandro Selva, Alberto Ramírez y Jose Fèlix Córdova. También los aviadores norteamericanos Habett Joseph Marrot, George Raymond Scruggs y John William Chewning
Los antitrujillistas que llegaron al alejado poblado de Luperón se sorprendieron, pues nadie le esperaba en el lugar y no pudieron hacer  contacto con la resistencia clandestina de la ciudad de Puerto Plata, como se había  acordado. Como si esto fuera poco, la inteligencia del régimen infiltró el Frente Interno
Tampoco sabían ellos que un grupo de hombres provenientes de Puerto Plata iba en camino para unírsele, entre quienes podemos mencionar y que hoy no les han dado el merito debido a: Fernando Spignolio, Fernando Suárez, Miguel Polanco, Pablo Borrero, Ramón (Molonche) Fernández, Ramón López Vásquez, Negro Sarita, Ramón Sarita, Tomás Diloné, Carlos Ramírez, Antonio Inoa, Fernando Inoa y Luis Ortiz Arzeno. Estos heroes son tan brillantes como cada uno de los que dieron sus vidas a lo largo de la tirania
Fernando Suàrez y  Fernando Spignolio fueron  considerados como los cabecillas y  fueron ubicados en una casa de madera de la carretera de Luperón y  ultimados por las balas de una patrulla comandada por el teniente Antero Vizcaíno.  Antero Vizcaíno ordenaría sacar los cadáveres y para luego en franca muestra sanguinaria descargar sobre ellos hasta el ultimo cartucho de su arma, gritando un viva Trujillo, carajo, según narraron los testigos y según narra Tulio H. Arvelo en su libro.
Estos nombres deberán ser  inscritos en el monumento que hoy se destaca en un parque de Luperón en honor a esos héroes.
Lo que sucedió en el poblado
Algunos de los patriotas se adentraron en las calles del pueblo. Entonces la planta eléctrica que daba energía al poblado fue apagada, surgió la confusión y ocurrieron algunos tiroteos entre los mismos expedicionarios. El costarricense Alfonso Leyton recibió en el cuello un balazo mortal; el dominicano Hugo Kundhart y el nicaragüense Alberto Ramírez se enfrentaron a tiros, perdiendo la vida Alberto Ramírez y resultando herido, no de gravedad Kundhart.
Frustrados y desairados por la falta de apoyo, decidieron abortar la misión y escaparse por lo menos con sus vidas. Pero en  su intento de despegar de la bahía en el PBY (avión Catalina por sus siglas en ingles) fracasaron. El avión tuvo un fallo mecánico lo que imposibilito su despegue y no pasó muchos antes de que fueran capturados y muertos, la mayoría por los esbirros del tirano. Un navío del servicio de guardacostas dominicano lo ametrallaría horas mas tarde asesinando a muchos de los combatientes patrióticos. Ramírez y Kundhart fueron introducidos en el hidroavión, donde resultaron calcinados junto a Salvador Reyes Valdez. Ahí comenzaría una lucha por la vida de los valientes que se salvaron ya que el mismo pueblo le perseguiría y avisaría a la dotación militar de Puerto Plata sobre sus intentos y ubicación. Fue una  odisea llena de calamidades. Como si esto fuera poco, la inteligencia del régimen infiltró el Frente Interno a través del ex capitán Antonio Jorge Estévez -quien al ganar la confianza de los líderes de Puerto Plata viajó como emisario a Puerto Rico y tuvo acceso a los planes expedicionarios-, permitiéndole a Trujillo desinformar a la organización y dislocar las ubicaciones de los grupos locales que servirían de apoyo.
Una traición que marcaría el fracaso de la expedición.
 Para ese tiempo  ocupaba la gobernación de Puerto Plata Antonio Imbert Barreras, un aliado incondicional del régimen para entonces y quien ostentaba la máxima autoridad en La Novia del Atlántico, quien jugó un papel relevante en esos acontecimientos. Cuando la invasión de Luperón en 1949, su hermano, el entonces mayor Segundo Imbert Barrera, ejercía como Comandante de Plaza de esta misma región. Como jefes del poder político y militar se enfrentaron con ahinco a la defensa del territorio nacional y del gobierno del Generalísimo Trujillo, ante la amenaza de estos invasores. Dicen que Imbert Barreras ordenó personalmente la muerte de los invasores. En  un comunicado, deja inequívocamente claro su lealtad al Jefe expresando su determinación de “quemar Puerto Plata” si así el Jefe lo disponía. El y su hermano Segundo Imbert, jefe militar de la plaza, quien era reconocido como un implacable hombre que no le temblaba la mano para ordenar el asesinato de cualquiera que se opusiera al régimen. El y su hermano también escribieron páginas negras en un libro blanco que jamás se publicó. El hoy general  Barreras ni pensaba que años más tarde estaría envuelto en la conjura  que daría muerte al opresor. Hoy es considerado un “héroe nacional” de acuerdo a una ley dictada después del magnicidio de su antiguo jefe.  Así es la historia. Cuando se escribe se omiten muchas cosas y quien antes se manchó las manos con la sangre de los expedicionarios pasaría a la historia como un héroe. Cosas de la historia y de quienes la escriben omitiendo mas de un acontecimiento en la vida de los protagonistas..
 La expedición de Luperón fue un fracaso en el aspecto bélico, pero dejó abierta las puertas para que otros entendieran la verdad y se aprestaran a luchar de diferentes maneras para socavar al régimen y eliminar al sátrapa. Fueron tiempos difíciles para miles de dominicanos. Esta misión marcó la lucha y fue la fuente de inspiración para que  otros luchadores combatieran al régimen 10 anos después en el desembarco de Maimón, Constanza y Estero Hondo. Allí moriría uno de los héroes de Luperón en su segunda visita en pos de ayudar a eliminar el caudillo. Me refiero a Miguelucho Félix quien bravamente daría la vida por la liberación de la patria amada.
 De los 15 hombres que llegaron a Luperón sólo cinco salvaron sus vidas. De éstos, murieron en combate o fueron asesinados por Trujill Gugù Henrìquez, Manuel Calderón Salcedo, Alejandro Selva, Alberto Ramírez, Hugo Kunhardt y Salvador Reyes Valdez. Miguelucho Félix posteriormente formó parte del contingente de la gesta de Constanza, Maimòn y Estero Hondo, cuando caería abatido 10 años después.
 Según cita Tulio H Arvelo en su obra  y en la página 205, "Cuentan los vecinos que los soldados fueron implacables y que después de una verdadera batalla campal en la que los lideres del Frente Interno se defendieron valientemente, al fin sucumbieron por lo desigual de las fuerzas.
Sobrevivientes
Horacio Julio Ornes C. José Rolando Martínez Bonilla José Félix Córdoba Boniche Tulio H Arvelo Miguel Ángel Feliu
Sin dudas que esta gesta de Luperón encendió la llama que haría que 12 años más tarde un grupo de hombres descabezara al régimen que por mas de 30 anos mantuvo con manos férrea el control de todo un país y sus habitantes. Loor a esos hombres del 19 de junio! Loor a los hombres de la invasión de Luperón.
Finalmente hago mío y de todos ustedes el poema de un poeta chileno como honor a esos héroes nuestros!, un poema casi desconocido, pero lleno de patriotismo latinoamericano. El chileno Alberto Baeza Flores levantó en un poema épico donde le canta a los valientes de la invasión de Luperón:
"Mientras quede una gota de honor americano y la voz del amor puedan decir: Hermano, nombrad los que cayeron un día en Luperón.
 Si un puñado de tierra recuerda el heroísmo y el valor se adelanta sobre el último abismo, nombrad los que cayeron un día en Luperón.
Mientras quede una flor, una lágrima, nombrad los que cayeron un día en Luperon;
mientras el hombre luche envuelto en la agonía, nombrad los que cayeron un día en Luperón"


victor suarez

Intervenciones Extranjeras y Lucha Patria

Por VICTOR MANUEL GRIMALDI CESPEDES
 Entre los años 1969 y 1973, el crecimiento económico brasileiro fue un modelo. La Dictadura Militar establecida en 1964 contaba con un grupo de tecnócratas que algunos querían imitar hasta en la República Dominicana.
Era entonces general del Ejército y Presidente del Brazil, así, con la letra zeta, Emílio Garrastazu Médici.
Abogado, político zorro de vasta experiencia, era el Presidente Richard Nixon de los Estados Unidos.
Estábamos en el año 1971: el presidente Nixon elogiaba al Gobierno del General Médici y decía públicamente que por el camino donde fuera Brazil iría la América Latina.
Así sucedió.
Las democracias más civilistas de la América hispanoamericana fueron sucumbiendo y sus hijos asesinados y torturados por la ola represiva que se impuso en Urugüay, Chile y Argentina.
Con entusiasmo y esperanza de ver este experimento bien de cerca, algunos observaban al Embajador americano en Brasilia John Hugh Crimmins, quien desde 1966 a 1969 había sido el enviado diplomático en Santo Domingo.
Su colega Roberth Hurwitch, cuando en 1973 se presentó a las audiencias de confirmación previas a su instalación como nuevo embajador americano en Santo Domingo, llegó a repetir aquello de que el modelo era el brasileño.
Ahí está los documentos oficiales para quien quiera comprobar las palabras, que forman parte de esta ya historia.
Brazil, a través de un contigente de tropas, fue pieza clave en la estrategia de los Estados Unidos para ocupar nuestro territorio en 1965. Un general brasileño fue instalado como el jefe de  todos los grupos extraños interventores amparados en la sombrilla de la OEA.
Pero aquella última vez que el suelo Patrio fue mancillado, el pueblo dominicano y sus fuerzas armadas conscientes lucharon unidos para recuperar la soberanía perdida.
Después de la ominosa anexión protagonizada por Pedro Santana con Tropas Españolas los hombres y mujeres criollos desde el 1863 al 1865 lograron a machete restaurar la República.
Fuimos entre 1916 y 1924 víctimas de una Dictadura Militar norteamericana, y medio siglo después la nueva ocupación solo duró diez y siete meses.
Nos recuperamos de aquellas cadenas oprobiosas y de tantas otras que a lo largo de 500 Años nos han impuesto fuerzas provenientes de distintos confines de la tierra.
El Pueblo Dominicano -crisol de razas y culturas- originado en las enseñanzas del Amor Eterno, es un sobreviviente a todo tipo de calamidades. Paciente, con dotes de inteligencia y valeroso.
A través de su historia ha sorteado crisis y vicisitudes, maniobras y fuerzas poderosas que han tratado de borrarlo del lugar que ocupa en el cosmos.
Está ahí. Atento. Observando. Esperando. Preparado para ejercer su derecho a sobrevivir como todos los demás pueblos que han organizado sus Estados para desarrollarse en Paz, a pesar de la espada de Damocles que siempre ha representado la amenaza de las Tropas.
ROMA, domingo 23 Junio 2013
victor suarez

 

El Diario de Santo Domingo | Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana | 2010