Por DARIO NIN
El AUTOR es terapeuta familiar y de pareja. Reside en Santo Domingo
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He tenido la suerte de tratar a dos seres humanos verdaderamente afortunados, y son verdaderamente afortunados porque, además de lo que comúnmente llamamos fortuna (lo económico), tienen la otra, que es tal vez la más importante: la humildad. Gente rica que ha crecido económicamente y sigue creciendo, pero jamás ha de ser tanto su crecimiento económico que deje tirada y “enanecida” su humildad.
Esas personas siguen siendo humildes, sinceras, limpias de corazones y conciencias, seres humanos correctos.
Estoy seguro que hay otros ricos así, pero yo he tratado con estos dos y he seguido su comportamiento por unos 20 años más o menos. ¿A quiénes me refiero?.. a Don Román Ramos Uria y a Don Víctor Méndez Capellán.
El primero es la cabeza visible, timón y dirección de La Red de Tiendas la Sirena, Supermercados Pola, o más preciso aún, del Grupo Ramos, que si lo fuéramos a macro describir diríamos que está con los dominicanos desde el 1965, que actualmente opera veintiún multicentros La Sirena, cuatro supermercados Pola, siete tiendas de descuento Aprezio y un centro comercial Multiplaza, distribuidos en las principales zonas geográficas del país.
Las tiendas del grupo reciben en conjunto más de 40 millones de visitas al año. Con más de 9,000 personas que trabajan en ellas, son uno de los principales empleadores privados de la República Dominicana, con aportes anuales al fisco de más de RD$4,200 millones de pesos.
Diga usted si esos números no hablan por si solos de éxito económico; pero al timón de ese buque, hay un hombre quizás, ya no hoy como ayer, pero sigue ahí, cargado de humildad y muchas otras cualidades positivas, condición humana que lo hace un ser excepcional.
Y qué decir de Don Víctor Méndez Capellán. Si quieren conocer a un ser que desafíó un destino pintado de miseria e hizo que las cosas sucedieran, les invito a que conozcan a Don Víctor. Es fácil saber de él, lean su libro “Si yo pude, tu también”, una historia inspiradora, cargada de resiliencia, fe, dedicación entrega.
Don Víctor, igual que Don Román, son hombres excepcionales. Si fuéramos a hablar del hombre como guía de empresas dijéramos que el primero está al frente de un grupo de ellas y a grandes rasgos, ésta es la historia de su vida empresarial:
VIMENCA inicia sus operaciones en el 1950 cuando el Sr. Víctor Méndez Capellán finaliza el servicio en las filas uniformadas del Ejercito Nacional. Da sus primeros pasos en el mercado nacional lanzándose como mayorista de boletos para la Lotería, obteniendo grandes éxitos. Con el paso del tiempo surge Refrigeración Dominicana, bajo una filosofía “Ayudar a los dominicanos a mejorar su nivel de vida”, incorporando el sistema de ventas a crédito en el país.
Con una visión audaz, crea una idea que luego se convierte en la realidad más poderosa e innovadora del mercad la IATA, la primera agencia dominicana en brindar la oportunidad a más 650,000 mil dominicanos de emigrar, en su gran mayoría a los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades a través de un programa denominado “VIAJE AHORA Y PAGUE DESPUES”.
Es a partir de ahí cuando se inicia la historia de VIMENCA en la República Dominicana, donde ha ido desarrollando un grupo de empresas con el objetivo de ofrecer un abanico de servicios a todos sus clientes, bajo un mismo nombre, Grupo VIMENCA.
Actualmente sus empresas más conocidas son: Remesas Vimenca, que es una empresa de servicios, creada para satisfacer las necesidades de recibir y enviar dinero desde cualquier parte del mundo a través de los canales eficientes; Data Vimenca, empresa de servicio cuya línea de negocio es el outsourcing a través de call centers; Agente de Cambio Vimenca, empresa encargada en realizar ventas y compras de divisas; Vimenpaq, encargada de envío y entrega de paquetes a nivel nacional e internacional; Banco Vimenca, creado para satisfacer las necesidades de sus clientes en el sector financiero, ofreciendo una cartera de productos afines al sector bancario y Todo Pago, empresa creada para soluciones de pagos de facturas y múltiples de servicios.
Preveer y controlar, saber mandar, son parte de la receta de Don Víctor para el éxito. El exhorta a no perder el control de la caja chica, pues quien pierde el control de ésta pierde la empresa entera.
Don Víctor y Don Román son dos ciudadanos ejemplares dedicados al trabajo tesonero y honesto, a quienes los buenos dominicanos debemos admiración y respeto. Ellos son seres humanos a quienes el dinero no les ha borrado la humildad. Dios les siga bendiciendo.
Hasta la próxima.
victor suarez
