Cada grupo tiene su propia visión de lo que
acontece en la UASD. Y los grupos cohabitan en los gremios principal
es
de la academia. En cada gremio operan decenas de subgrupos, cada uno
tratando de “avanzar”, de colocarse en mejor posición para cuando se
asome el momento alegre del reparto que la academia viene asumiendo
desde la década de 1990, cuando se inició el proceso que ahora corroe
los cimientos morales e institucionales de la Primada de América.
Siendo la UASD la principal institución de
educación superior del país, con una tradición que debería ser motivo de
orgullo para el buen dominicano, mucha gente no asimila, no acepta que
ahora esté inmersa en la pobreza moral, cuando debería ser un faro de
luz en medio de las tinieblas que parecen cobijar todo el cuerpo social
dominicano.
Ante esa fea realidad, gana terreno la teoría de
que la UASD es un reflejo distorsionado de las nuevas realidades en que
se debate la sociedad dominicana. El deterioro se asienta con más fuerza
en las diversas instituciones del Estado, que ve aumentar sus
debilidades a la par de políticas asistencialistas, clientelistas y
patrimonialistas que trazan las pautas y las convierten en verdaderos
elefantes blancos.
Los grupos de interés que ahora no están
“guisando” en la UASD, alegan que actuales las autoridades carecen de
moral para aumentar los créditos y los servicios de los estudiantes
porque en la academia abundan las “botellas”, los “supervisores”, los
“enlaces” y las “actividades conexas” que se “tragan” una parte
significativa del presupuesto universitario.
La nómina supernumeraria es ahora el punto de
partida de la crisis que afecta a la UASD. El periódico digital 7 Días,
del 23 de julio, investigó la nómina de los empleados administrativos,
que está colgada en la página web de la academia, y concluye en que el
personal supernumerario se “engulle el presupuesto con una voracidad de
ave de rapiña”.
“Existe la presunción -sigue diciendo el diario-
de que la hipertrofia del personal administrativo es fruto del
favoritismo, el clientelismo y la corrupción”. Para avalar su
afirmación, 7 Días aporta los siguientes datos: que la oficina del
Rector no parece ser un modelo de austeridad, porque en ella “trabajan”
49 empleados que en conjunto devengan salarios ascendentes a 578 mil
pesos mensuales; que con ella “compite” la Secretaría General, con 34
empleados que se “engullen” más de un millón de pesos; que en la
administración del Economato Universitario existen 145 empleados que se
“chupan” más de 3 millones de pesos; que en la Biblioteca Pedro Mir sus
95 empleados ganan 2 millones, 300 mil pesos; que en el Comedor
Universitario, 92 empleados absorben 2 millones, 300 mil pesos; que en
la Consultoría Jurídica, 23 empleados (19 de ellos abogados) devengan
salarios por casi 900 mil pesos; que en el Departamento de Seguridad,
203 vigilantes se llevan casi 4 millones de pesos.
Si sumamos los montos devengados por los 548
empleados que “trabajan” en esas seis dependencias universitarias, el
derroche alcanzaría a algo más de 14 millones mensuales, unos 168
millones de pesos cada año. Pero ese sería un cálculo muy simplista,
porque en la UASD abundan los casos de profesores con funciones
administrativas y empleados que con funciones docentes. La investigación
del diario digital no dice nada al respecto, pero sabemos que las
cifras aportadas podrían ser menores.
Un paso interesante para empezar a resolver la
crisis de credibilidad que afecta a las actuales autoridades
universitarias, sería aceptar la propuesta del Rector Mateo Aquino
Febrillet para que en la UASD se haga una verdadera auditoría a la
nómina de la institución. “Sobre las botellas –dijo el Rector, según
reporta hoy Noticia Libre.com, he propuesto que una comisión externa de
la UASD sea la que se encargue de manejar los registros de pagos que
están en la Internet, disponibles para todos los usuarios”. Asimismo,
pidió al movimiento cívico Participación Ciudadana, a Nuria Piera, a
Alicia Ortega, a los periodistas, hacer un estudio comparativo,
departamento por departamento, para evaluar al personal administrativo,
sus labores y sus sueldos.
De manera que si los grupos de interés que ahora
no participan del festín en la UASD desean superar la crisis, deberían
aceptar el reto del Rector para que se aclare, con cifras reales, dónde
están las botellas, cuántas son, cuánto cobran, dónde realizan su
trabajo, dónde deberían estar, porque parece ser que muchas de ellas lo
están cogiendo suave y si se comprueba que cobran sin trabajar, deben
ser reubicados y enviarlos a los centros donde puedan justificar sus
salarios, porque es cierto, la UASD necesita más personal, tanto docente
como administrativo.
Tan pronto una auditoría externa aclare el
sensible y espinoso tema del personal supernumerario y sus salarios,
entonces los grupos de interés, si realmente defienden a la UASD, deben
unirse a las autoridades para demandar un mayor presupuesto para la
academia. La UASD necesita más recursos porque cada año aumentan sus
necesidades. Pero es muy necesario tener primero calidad moral para
exigir un mayor presupuesto. Es necesario limpiar la academia para luego
reajustar los créditos y los servicios, si fuere necesario. Una
academia eficiente, limpia, transparente, como una tacita de cristal,
será una institución honorable, respetable, creíble, con elevada moral
para solicitar mayores atenciones por parte del gobierno.
Continuar con la campaña de ataques entre los
grupos de interés no conduce a ninguna parte. Ahora lo que se impone es
el consenso universitario y ese consenso debe partir con la auditoría
que propone el Rector, para limpiar la imagen de la UASD.