El cuadro deja al presidente electo Danilo Medina
el reto y el compromiso de unir a la sociedad dominicana, fragmentada
por el proceso electoral que acaba de pasar.
Ya Danilo no es el candidato del PLD y el Bloque Progresista, ahora es el Presidente electo de todos los dominica
nos.
Todos, militantes y simpatizantes de los diversos
partidos y quienes no militan ni simpatizan por organizaciones ni con
líderes políticos, esperan de Danilo lo mejor para el país.
La realización de un “Gobierno de Satisfacción
Nacional” es lo que todos esperamos de quien asumirá las riendas del
Poder a partir del próximo 16 de agosto.
Hay una numerosa población perredeísta que
aspiraba ganar las elecciones para llegar al poder después de ocho años
fuera del dominio gubernamental (ahora serán 12 años en la oposición).
Aspiraban a ocupar un puesto en la administración
pública, a obtener un empleo para mejorar su perspectiva de vida. Igual
aspiración legítima tienen muchas dominicanas y dominicanos que no
pertenecen a ningún conglomerado político.
Un “Gobierno de Satisfacción Nacional” que llene
las expectativas de todos, de peledeístas, de aliados y opositores. Una
gestión que facilite las cosas a quienes no podrá ir a ocupar un empleo
en el Estado.
El propio Danilo lo ha contemplado en su plan de
gobierno, con la creación de nuevos empleos y el incentivo y asistencia
para la creación de pequeñas y medianas empresas.
Propiciar las condiciones para la generación de
empleos en el sector privado, y la concesión de oportunidades para la
instalación de pequeñas y medianas empresas, es una vía para que una
mayoría sienta satisfacción.
Mejorar servicios tan vitales como salud,
educación, energía eléctrica y agua potable, incentivar un programa de
viviendas que facilite la obtención de un techo propio, serían logros
que los perdedores del proceso electoral sabrán valorar en su justa
dimensión.
Si Danilo le da de frente al desempleo, si procura
un plan serio de erradicación de la pobreza y la marginación, todo el
que votó en su contra no tendrá que lamentarse de que su candidato no
ganara.
Si Danilo recobra y restablece la seguridad
ciudadana, desplazando de las calles a delincuentes y atracadores, hasta
sus adversarios electorales, que también son muchos, podrán decir que
su elección fue lo mejor que pudo pasar en la actual coyuntura.
En fin, Danilo debe proponerse realizar una
gestión beneficiosa y halagüeña para todos, una administración de la que
todos nos sintamos orgullosos, un “Gobierno de Satisfacción Nacional”.