"La Verdad es poca veces pura y nunca simple"
Oscar Wilde
Una vez más un periodista del New York Times junto sus emociones inmaduras sobre la pobreza y el subdesarrollo y antes que irse a Arizona (aunque si escribió sobre Arizona), Puerto Rico o España a buscar desposeídos atropellados, vino a la República Dominicana a atizar un fuego que solo ha existido en las mentes "izquierdosas" de los "hippies" que ahora poseen títulos, pero se quedaron estáticos. Ya paso con una periodista del mismo medio que estando en Haití cruzo la frontera ilegalmente y con su cabeza quizás alterada por antiguo consumo de hongos, alucinaba diciendo mentiras sobre las relaciones dominico-haitianas, generalizando sobre un caso aislado como si se tratara de Tutsis y Hutus en la Ruanda del 1994.
Estos liberales, mayoritariamente blancos, que estudiaron en universidades prestigiosas parecen tener prisa por denunciar "las grandes injusticias" que se cometen contra los "desamparados"de la tierra. Algunas fuentes les llaman "beautiful left" o bella izquierda. En sus búsquedas se pierden en falsos rumores, victimizan para protagonizar.
La realidad haitiana es más espantosa que lo que ellos se imaginan, pero los victimarios no somos los dominicanos, son los propios "lideres" de la amalgama política de Haití. En la tierra de Jacques Vieu hubo genocidios antes que terremoto, en este mismo siglo. Por qué no investigan en vez de practicar una admiración y defensa a una causa que nace de una falsa pena? Quien le ha dicho a este periodista que los miles de haitianos que se desplazan por todo el territorio dominicano vendiendo mercancías o lo que sea, tienen menos seguridad y son más atropellados que los mexicanos que andan por Maricopa, en Arizona, o por Santurce, en Puerto Rico.
Para los escritores "blanquitos" del Times inventar defensas a las victimas negras es un asunto de estatus intelectual y seudo sensibilidad humana. Pero en su juego de "solidaridades" no son capaces de profundizar y documentar bien su tema. Entonces le falta el respeto a la verdad y al periodismo serio. Es hora de que el Times oiga a los dominicanos para que recobre su credibilidad. Es hora de que les verifiquen a sus escritores los datos de atrocidades. A ellos les pagan por su esfuerzo, por la verdad, no por poner sobre el papel viejos "clicheses" que crean una mala imagen del dominicano por que responden a manipulaciones. En el panorama de maltratos y violación a los derechos humanos de inmigrantes es obvio que existen muchos casos que superan a la República Dominicana. Tómese los ejemplos de España, Estados Unidos, Puerto Rico y Francia. Todos tienen una trayectoria de xenofobia en sus territorios sin que las victimas tengan que ver nada con guerras imperiales que provocaron enemistades (véase el Tratado de Basilea) como es el caso dominico-haitiano.
El renombrado periodista y editor Randal C. Archibold menciona el genocidio del 1937, pero no menciona los 500 decapitados de Moca. Sera que no sabe buscar en Googles. Si supiera podría enterarse que lo milagroso es el nivel de convivencia actual, a pesar de los genocidios que ha habido de allá para acátambién.