Felipe Lora
Las similitudes existentes entre los últimos meses de los gobiernos de Hipólito y de Leonel son extraordinarias.
Los viajes al exterior, las inauguraciones, la formación de nuevos comités, los nombramientos de miembros de la oposición, los nuevos grupos de apoyos, el proclamarse indispensable, la creencia de que el pueblo lo aclama, y especialmente, el irrespeto a los que se atreven a delatar la ineptitud y la mediocridad de algunas de las medidas gubernamental, por parte de sus seguidores son sorprendentemente similares.
Sólo hay que comparar las actuales reacciones de lectores a las opiniones opuestas al gobierno, publicadas en los medios de comunicación, con las que aparecieron antes de las elecciones anteriores.
¡Su similitud es asombrosa!
Los comentarios de los gobiernistas, en ambas ocasiones, pueden ser identificados fácilmente pues contienen los mismos elementos de incoherencia, violencia, desesperación, y sobre todo, la incapacidad de expresarse a través del lenguaje escrito.
He aquí una pequeña lista de elementos comunes, en ambas etapas, que pueden ser detectados en este tipo de comentario “pagado”:
Muchas incoherencias y malas palabras
Raramente muestran oraciones completas.
Siempre son gobiernistas.
Siempre acusan al autor de la opinión de “baboso”, o de pertenecer a uno de los partidos en oposición.
Nunca comentan o refutan lo opinado, limitándose a decir que en el otro gobierno era peor.
Siempre acusan al autor de querer que vuelva el anterior gobierno.
Casi siempre terminan con la frase “uted ta loco”
Nunca firman sus comentarios.
Y casi siempre dan el indicio de que viven del gobierno.
La ocurrencia de este tipo de acción no es más que una muestra del nerviosismo y preocupación que, tal como ocurrió en el gobierno del PRD, existen hoy en día en las líneas del PLD.
Y si la historia se repite, ¿a quienes “elegirán” los que votan para que los vuelvan a defraudar?
Felipe Lora
29 de Septiembre del 2007
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Sunday, September 30, 2007
