MAS HISTORIAS

Wednesday, July 18, 2007

SIGUE LA DIFAMACION

SEÑOR VICTOR SUAREZ
director del diario de santo domingo
distinguido señor
18 julio 07)Habiendo visto, en una lectura más atenta, el documental The Price of Sugar, he confirmado cómo, bajo el alegato de la defensa de los derechos de los braceros haitianos, se orquesta una campaña de descrédito contra la imagen de la República Dominicana y, de manera muy particular, de una de las empresas que en nuestro devenir histórico han estado más comprometidas con el desarrollo económico y social de la nación.
El documental de marras, ofrece a un público incauto un producto profesional, bien elaborado; a tal punto que se da el lujo de tener como narrador a Paul Newman. Pero si unas cualidades le adornan, adolece de objetividad.
Principia con una bachata que apela a lo afectivo y raya en lo lastimero: "Un corazón cargado de injusticia, una lágrima que parte nuestras almas. ¡Ay, mi corazón!, ¡ay, mi corazón!...".
El entrevistador formula preguntas inducidas, a tal punto que alguien responde que no vuelven a su país porque no tienen nada. Esto, unido a la mendacidad que resulta de afirmar que en vez de dinero en efectivo reciben vales, que compran a altos precios en un colmado de la compañía o que no devengan más de noventa centavos por día.
El trabajo fílmico se presta también para desprestigiar a la familia Vicini, presentándola como poseedora de un poder opresor: "bateyes are like states within states, because the company there is the police, is the goverment, they exercise absolute authority..." lo cual caló hondo en algunas mentes que consideramos avisadas, como es el caso de Ana Mitila Lora, quien considera al padre Christopher Hartley como una persona muy valiente al presentar este tipo de denuncia, o el caso de Gustavo Peña, director de Clave Digital, quien minimiza los posibles logros del complejo Vicini catalogándolo como el peor de todos los consorcios azucareros y comparándolo con las barracas de la Edad Media.
Un "personaje" capital dentro de la "trama" de este "documental" es el dominico-haitiano Johnny Belizaire, un sujeto que a todas luces ha tenido las mismas oportunidades de educación que cualquier dominicano de su entorno. Pinta al padre Hartley de esta manera: "ha sido como un Dios para nosotros, como el Mesías esperado", o lo inminente de la muerte, no de la muerte per se, sino de la que propicia, según él, este ambiente en el que él vive: "creo que no hay otra muerte peor que ésta, no le tengo miedo a nada", parte sustancial del condicionamiento operante que le permite afirmar que mejor se inmolaría, a esperar que los Vicini lo maten, cuando el padre Christopher se vaya.
Otro aspecto a resaltar es el retrato innecesario que hace el padre de sí mismo, destacando su ascendencia entroncada en la aristocracia europea. Podemos apreciar así a un sujeto que se considera elegido, llamado a "cambiar el sistema" sin mayores recursos que la viga en sus ojos.
Atentamente,
SABINO TORRES
NERY ESTEVEZ
http://www.victorsuarez.com.do/
http://diariodesantodomingo.blogspot.com/
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El Diario de Santo Domingo | Santo Domingo, Distrito Nacional, República Dominicana | 2010