POR: César Del Orbe Subero
Analizando la sociedad dominicana de los últimos 20 años, vemos como la corrupción ha ido calando en nuestra sociedad, hasta el punto donde ser corrupto e inmoral no es nada.
Eso de ser inmoral y corrupto es lo mismo que ser profesional. Si usted se fija la corrupción no solo está en la empresa pública sino en la privada también. La sociedad ha acogido la corrupción como algo común y la aupa y protege más que a la religión, la hemos convertido en culto de nuestra devoción, incluso sobrepasando en adeptos a la misma religión católica.
En el país todo lo corrupto y mal hecho se justifica, se le da una buena razón de porque sucedió, no siempre muy buena la razón, pero en fin una razón, y terminarán diciendo que no volverá a suceder más y ya con eso caso cerrado. Para muestra de ello tenemos un país de desfalcadores y ladrones, llamados Señores, que ocupan grandes cargos y posiciones tanto en el gobierno como en la empresa privada. Tienen hasta programas de tv, radio y escriben en la prensa como grandes patriotas y la gente lo sigue como a ídolos. Solo con la esperanza de ser como ellos algún día, que se lo robaron todo y nada les paso. Castigamos al que roba poco, pues no tendrá con que pagar su libertad, pero si fue mucho lo que robo, no pasara nada, ya que tendrá con que pagar su libertad.
Lo peor de todo esto es que lo hacemos ya con tanta impunidad, que los jóvenes que vienen subiendo ya no piensan en otra cosa que no sea, como voy a llegar a ser como esos personajes corruptos que lo tienen todo y no han hecho nada para ganarlo. Pues es corrupto el cura, el mecánico, el diputado, el presidente, el banquero, el colmadero, el empresario, el agricultor, el juez, el abogado. El periodista, el ingeniero, el doctor, el policía, el militar, etc., y cuando uno acude a uno de estos profesionales, lo hace con una cautela y miedo increíble, siempre pidiendo una segunda opinión a otro profesional del ramo, pues solo esta pensando, este me quiere engañar y trataré de ser mas astuto que él y no me dejare engañar. Eso es lo que corre en la psiquis de cada dominicano a la hora de buscar un servicio, sea público o privado. Luego nos quejamos de la injerencia y falta de respeto de un extranjero cuando critica ese método de vida que llevamos, en vez de avergonzarnos y tratar de cambiar. Seguido le salimos a la defensa de nuestra patria, soberanía y orgullo dominicano, sin darnos cuenta de que lo que vendemos es ser corrupto e inmoral y que eso es ser dominicano.
Ya la corrupción e inmoralidad nos ha carcomido hasta el tuétano y parece que no hay solución a ello. Somos un Sodoma y Gomorra del siglo XXI, y ser serio y honesto esta llegando a ser un estorbo. Que nos queda? Repetir la historia, un levantamiento social que terminara imponiendo un dictador. A menos que empecemos a dar espacio a los que tienen moral, capacidad, historial conocido y reputación intachable. Aunque por lo visto no andamos ni cerca aún, pues con solo mirar que el país escogió entre Danilo y Leonel, a Leonel, entre Milagros y Miguel, a Miguel y entre Eduardo y Amable, a Amable, se dará cuenta de que el país aún continua escogiendo entre lo malo y lo peor, lo peor.
César Del Orbe Subero
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